19.10.08

Academia de l'aragonés


Cuelgo aquí un divertido artículo que apareció hace poco en Heraldo de Aragón sobre la autoproclamada y sedicente Academia de l'Aragonés, que como el caracol del logotipo va logrando montarse un piso por su cuenta. Saura Rami es uno de los pocos lingüistas profesionales que puede hablar de el aragonés con absoluta autoridad científica, de modo que sus descalificaciones no están hechas a humo de pajas. Me he preocupado de conseguir su obra, dispersa en revistas especializadas y actas de congresos, y me entusiasma su infinito rigor para los asuntos más menudos. Es un discípulo confeso de Joan Corominas, y eso quiere decir ciencia de camino, no de congreso; de oír a miles de informantes, no decenas de huecos discursos; de no conjeturar a la ligera, que es el mal crónico de los lingüistas, profesionales o aficionados, que se contaminan de politiqueo.
Bueno, el artículo.

Puro humo
Por José Antonio Saura Rami

Entre los sucesivos episodios asociacionistas vinculados a las lenguas de Aragón, ninguno había arribado a las cotas de frivolidad y estrambote que ha alcanzado la presunta Academia de l’aragonés (sic), una entidad autoproclamada como tal hará un par de años con la idea de constituirse en autoridad lingüística ante el Gobierno de Aragón, pero que en realidad es de índole estrictamente privada.
A este respecto, convendrá aclarar que son los gobiernos estatales o autonómicos quienes tienen la potestad exclusiva de crear academias de la lengua entendidas como “sociedades científicas establecidas con autoridad pública”. Como hasta la fecha la heterogénea agrupación que detenta ese título no parece haber sido reconocida por nuestro gobierno (más bien todo lo contrario, si consideramos la “Orden del Departamento de Presidencia y Relaciones Institucionales de 10 de mayo de 2006”, que ya impidió su inscripción con ese nombre en el Registro General de Asociaciones), estamos ante una usurpación de esta denominación, es decir, ante un uso espurio o ilegítimo.
Por ello, no está bien que este grupo de personas se haya investido de ínfulas ajenas y se haya ido presentando en determinados puntos del Alto Aragón afirmando que pensaba respetar las diferentes variedades lingüísticas aragonesas (¿quiénes son siquiera para ello?) o que entre sus proyectos se hallaba realizar un Diccionario Histórico Aragonés (nadie hay entre sus integrantes capacitado para realizar una empresa como ésta). No se nos antoja demasiado ético arrogarse gratuitamente representatividad alguna y moverse entre la ambigüedad y el equívoco. Es cierto que el término resulta polisémico y contamos con academias de peluquería, de idiomas y hasta el cine americano nos ha brindado toda una delirante saga de locas academias de policía, pero no parecen ser tales los significados que reclama para sí la corporación de la que aquí hablamos. ¿O sí?
Ignoro si Aragón necesita una Academia de la Lengua al uso para el estudio y protección de sus modalidades lingüísticas vernáculas. Lo que sí sé es que puede prescindir perfectamente de ésta, pues salvo contadísimas excepciones se halla configurada por lingüistas aficionados, que han podido publicar individualmente alguna obra meritoria, pero a los que en un mundo hiperprofesionalizado no debería confiárseles la responsabilidad científica, y menos todavía la participación en eventuales procesos de normativización lingüística. En consecuencia, sería deseable que el Gobierno de Aragón pusiera coto a una pantomima, a medio camino entre la ridiculez y la vanidad, que está llegando demasiado lejos, y concretara la vía de proyectos de colaboración con la Universidad de Zaragoza iniciados hace ya un tiempo. En fin, como la situación aquí denunciada raya en lo esperpéntico, acabaré diciendo -por si acaso- que también yo tengo el honor de no ser académico.

6 comentarios:

  1. Anónimo2:01 a. m.

    No se que le encuentras de divertido al artículo de Saura Rami. Que efectivamente, es uno de los pocos lingüistas profesionales que puede hablar de el aragonés y diferenciarlo de otro idioma por él denominado benasqués ? con absoluta "autoridad" científica, sin que sus descalificaciones. al parecer, estén hechas a humo de pajas.
    No debe estar tan claro entre cientos de romanistas que mucho antes que él han estudiado la lengua aragonesa y al parecer conjeturan a la ligera, que es el mal crónico de los lingüistas, profesionales o aficionados, que se contaminan de politiqueo.
    ¡ Bueno, el artículo !. Si, pero para desprestigiar y faltarse, con mucha gente que lucha de buena voluntad para reivindicar y dignificar la lengua de sus ancestros.
    Te envio la contestación al artículo que publicítas de MAnuel Castán. Un cordial saludo

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  2. No me ha llegado el artículo de Castán, pero lo buscaré. Por otra parte, entre esos "cientos de romanistas" probablemente incluyas a uno de sus pioneros, Alwin Kuhn, quien precisamente ha sido traducido por Saura Rami.
    Nadie pone en duda la buena voluntad de la gente, ni siquiera la mía, pero estarás conmigo en que, cuanto más estricta sea la ciencia, menos gratuito será su desarrollo. Gracias por la visita.

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  3. Anónimo8:35 p. m.

    Disculpa que no llegase el artículo de Castán, soy un mero aficionado en el manejo de internet, como lo soy tambien en el conocimiento del aragonés.
    Nada más lejos que desprestigiar la labor científica como filólogo de Saura Rami, sus trabajos me parecen muy respetables y el estudio de las diferentes hablas , dialectos , subdialectos y lenguas de transición siempre es una aportación positiva a la riqueza de cualquier lengua.
    Pero no veo argumentos científicos en su artículo, sino mera descalificación gratuita y creeme que desconozco los motivos. Admiro también a Anchel Conte que ya en 1976 defendía la existencia de un benasqués independiente del resto del aragonés.
    Saltando de lengua, podría citarte numerosos filólogos que en los últimos años han creido la existencia de un idioma valenciano independiente de la lengua catalana, estos últimos con criterios bastante peregrinos y muchas veces cicateras intenciones políticas, que sólo han conseguido, despertigiar el empleo cotidiano de la lengua que dicen defender.

    No creo sea ésta la intención de Saura Rami , Anchel Conte, o Raül Uson
    con la Societat de Lingüistica Aragonesa que han creado; pero de verdad que no resulta “divertido” el tono de su artículo
    Desde la lejanía y quizás la ignorancia, apena ver el distanciamiento de gentes tan validas, de proyectos que intentan recuperar y dignificar el aragonés, como el de la academia de l’aragonés.
    Las Resoluciones de 2005 y las Propuestas para la ley de lenguas de 2007, de SLA son aparentemente compatibles con las de la academia de l’aragonés, si prescindimos del desprecio por las normas ortográficas, que considera prematuras y que resuelve creando otras propias, (?)

    Si son solamente criterios de unificación de grafias, deberían llegar a un acuerdo , pues no son mayores las diferencias de los dialectos del aragonés , que las que puedan tener los dialectos catalanes , que solucionaron con las normas de Castellón de 1932, el problema , y sin duda mayores erán las diferencias de las variedades del euskera, que fue unificado en los años 80 y hoy en día no es una lengua a punto de la desaparición.
    No es posible sobrevivir como lengua sin un mínimo estandar.

    Un saludo. Tomás.

    PD:Creo que me he alargado en exceso.
    Felicitarte por la página

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  4. Gracias por pasarte, Tomás. Ya leí el artículo de Castán, y no me pareció suficiente justificación esa especie de concurso de méritos que se inventaron para crear académicos competentes. La cuestión es esa, que no querían fundar un grupo de trabajo sino un órgano de poder lingüístico, algo que Saura sabe muy bien que es imposible. Aquí no se trata de unificar, porque eso sólo se hace entre hablantes, y los hablantes del aragonés no creo que estén dispuestos a cambiar su modo de hablar. Ni siquiera se trata del modo hebraico de resurrección de una lengua, porque gozaban de abundantísima literatura. Aquí se trata de sacar muestras de ADN y con ellas reconstruir una 'identidad política'. Saura es un lingüista que se dedica a la lengua, no a la política. Y, por otra parte, ahora las academias sólo sirven para estudiar, no para ordenar. Y, si se trata de estudiar, como reconocía Castán, gente como Saura sabe lo que dice. Como buen lexicólogo, concede a las palabras el significado y el alcance exacto que tienen, en este caso la palabra 'aragonés' y la palabra 'academia'. Saura los acusó de usurpación, y en el artículo de Castán no vi que lo desmintiese con buenos argumentos.
    De todas formas, Tomás, no me negarás que en esa recuperación, unificación o como lo quieras llamar hay de todo menos ciencia. Si hubiesen creado la academia del folklore aragonés, los folkloristas de verdad se les habrían echado encima. No veo por qué no podemos aceptar que pase lo mismo con lingüistas de tanto prestigio.

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  5. Anónimo6:54 p. m.

    Soy otro "anónimo". Soy un hablante del aragonés y admirador de Saura Rami en lo científico, así como de muchas de las personas que forman parte de la Academia del Aragonés.
    Y como admirador de Saura que soy (ahora, un poco menos), por eso no entiendo que en lugar de trabajar conjuntamente con una iniciativa que desde el primer momento quería ir en esa misma dirección que proponían Saura Rami, buscando arreglar los errores del pasado, se han dedicado a insultar, desprestigiar y despreciar a los que han pensado que éste era el mejor camino para esta lengua que todos amamos.
    Esta "Academia de l'Aragonés" ha conseguido unir a las personas que han estudiado el aragonés desde fuera con los hablantes, que han luchado por él en todos estos años. Saura, que cumple con los dos requisitos, debería estar en ella. Y por supuesto, si no está, es porque no quiere, ya que, como no podía ser de otra manera, fue uno de los propuestos por el Congreso para formar parte de este organismo.

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  6. Anónimo1:45 a. m.

    Hola, soy hablante nativo de una de las variedades del aragones, las diferencias que hay entre los valles son minimas, el articulo de Saura lo unico que hace es insultar a personas que con buena voluntad, desde el conocimiento tanto nativo como investigador quieren dignificar la lengua. Insultar sin mas, solo desprestigia al que insulta. Y mientras cada vez se castellaniza y se habla menos. Una iniciativa como la academia que por fin agrupa a personas de todas las variedades me parece excelente.

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