1. Invocación, vv. 1-8
Hasta aquí ha sido el cultivo de los campos
y los astros del cielo; a ti, Baco, ahora,
te cantaré, y contigo a los brotes silvestres,
los hijuelos del olivo, que crece despacio.
Ven aquí, oh padre Leneo, que de tus dones
aquí todo está lleno, y por ti florece
el campo preñado de pámpanos de otoño,
y en cubas repletas espuma la vendimia.
Ven aquí, oh padre Leneo, de vino nuevo
mancha descalzo conmigo tus piernas desnudas.
Después del trabajo viene la recompensa. Es el momento de ponerse hasta el culo.
ResponderEliminarJuan Carlos