21.1.09

Oratoria

Nuestra Europa escolástica perdió hace mucho tiempo el sentido de las cosas, el valor de las palabras que significan cosas. Si uno escucha un sermón en una iglesia católica, o en un parlamento europeo, lo más normal es que se aburra: los conceptos se siguen con docta parsimonia y el orador no siente la obligación del enardecimiento, de lo que los retóricos antiguos llamaban mover a la concurrencia, emocionarla. Ya en el discurso que Obama pronunció en noviembre, nada más ganar las elecciones, llamaba la atención el tono casi gospel de algunos pasajes que más que parte de una arenga parecían un salmo responsorial. Uno se imaginaba una iglesia evangélica con todos los fieles alzando los brazos al techo, cerrando los ojos y moviéndose a compás. Y eso era lo emocionante. No sólo utilizaba un lenguaje y unos métodos bíblicos por razones religiosas, sino porque la técnica oratoria de la Biblia sabe hurgar en las entrañas.
El discurso del martes tuvo esa nitidez del hablar sagrado, aquel en que, como decía Galdós, “la frase parece producto inmediato del hecho que la motiva”, toda llena de metáforas cercanas, el viaje, el látigo, el Oeste, con alusiones a las granjas y a las aguas, a los cuerpos desnutridos y a las mentes sedientas, incluso a desiertos lejanos y montañas remotas, algo que en España suena a Aznar y sus pomporrutas imperiales, pero que en Obama se elevó hasta el tono de refundación que tuvo todo el discurso, como si hubiera que volver al viejo Lincoln para restaurar el sentido de la patria. Han sido muchos años de secuestro neocón de la palabra libertad, de modo que volver a los padres fundadores era, también, volver a estas verdades simples, de oficio dominical, que se abrazaban al mito del colono en alternancia con las manos en carne viva. Si en noviembre fue un discurso gospel, el del martes fue un discurso country-soul. Sólo con retórica de altar se puede hablar así de las energías renovables (“aprovecharemos el sol, los vientos y la tierra”), y solo con esa fe en las palabras tangibles pueden escribirse fragmentos épicos tan hermosos como éste: “La capital estaba abandonada. El enemigo avanzaba. La nieve estaba manchada de sangre”. Es la literatura, no el sermón, lo que nos conmueve. A ver si nos aplicamos el cuento, que tenemos unos curas y unos políticos que son unos verdaderos plastas, y de la Biblia sólo aprenden las coartadas.

Diario de Teruel, 22 de enero de 2009

6 comentarios:

  1. Muy interesante observación, me gustó mucho el análisis de la retórica del podium politico. Felicidades por un espacio digno de ser seguido.

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  2. Anónimo4:41 p. m.

    Acabo de leer que Obama ha tenido que repetir el juramento en un despacho por si acaso, parece ser que pudo haber algún defecto formal que podría complicar las cosas desde un punto de vista legal. ¿Mal augurio? Espero que no.
    A lo que iba. Andaba yo dándole vueltas a esto del buen gusto, el arte, la moda y su relación con la religión (el gótico, el Renacimiento, el Barroco), y me he encontrado con tu Bernardina. Y me recordó algo que leí en un libro de Lipovetsky sobre lo efímero de la moda. A ver qué te parece: " La moda no nació de la sola dinámica social, ni siquiera de la difusión de los valores profanos, precisó de un esquema religioso único, el de la Encarnación, que a diferencia de las demás religiones llevó a la inversión de los términos del aquí-abajo y a la dignificación de la esfera terrestre, de las apariencias y las formas singulares. En el marco de la religión basada en la plena humanidad del Salvador, el mundo creado podrá loarse por su belleza; la originalidad y el encanto de la apariencia podrán ganar legitimidad, el traje dibujará y pregonará la belleza del cuerpo. La moda sólo ha podido arraigar en Occidente, en el mismo lugar donde se desarrolló la religión de Cristo. No se trata de un fenómeno fortuito: en el caso específico cristiano un vínculo íntimo, aunque paradójico, une al homo frivolus y el homo religiosus."
    Anda, a ver si es que los curas tienen que volver a sus principios. Quién sabe.

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  3. Anónimo7:36 p. m.

    Pérez Reverte:


    http://www.capitanalatriste.com/escritor.html?s=patentescorso/pc_05ene09


    Sir.

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  4. Anónimo7:36 p. m.

    Es muy bueno profe jajaja, la verdad es que haces que relacionemos todo con la literatura o de otro modo, que veamos las cosas de la lengua y literatura en la vida real. Magnífico mil gracias!!!

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  5. Estaraordinaria entrada... Me encantó la cita de Galdós.

    Te sigo con interés. Como siempre.

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  6. Anónimo1:54 p. m.

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