26.5.07

FERIA

Bueno, ya está. Fabricación Británica ya es libro, ya es cosa, ya ha regresado del limbo de la hemeroteca. En Madrid se puede encontrar en la Feria del Libro, caseta 118, la de la Librería Aviraneta. Estos amigos han tenido la amabilidad de guardar unos ejemplares por si algún familiar lejano escucha, el próximo miércoles día 30, a partir de las seis y media, mi nombre por los altavoces de la feria. Yo estaré allí para charlar un rato con él de los parientes desaparecidos.
En Zaragoza estará, supongo, en cualquier librería, y me imagino que en Teruel no será difícil de conseguir. Casi estoy por asegurar que en la librería de mi barrio tarde o temprano estará.
Luego vienen los festejos. El 14 de junio estaré en el Museo de Teruel a las 8 de la tarde para presentarla en sociedad junto a Piel de lagarta, un libro de cuentos de Angélica Morales del que ya daré noticia cuando lo reciba. Luego, aún con fecha sin fijar, he quedado en ir al Maestrazgo, preferiblemente a La Iglesuela del Cid. Y los amigos de Aviraneta quieren organizar para después de la feria una presentación en su librería de la calle San Bernardo. En fin, bastante más de lo que imaginaba.
Todavía no he recibido los ejemplares que me corresponden, así que esta tarde tuve que acercarme a la feria a comprarme uno. Ha sido gracioso. Hacía tiempo que no entraba en el Retiro por la Cuesta de Moyano, hasta la estatua del Ángel Caído, y desde allí, a mano izquierda, al Paseo de Coches, donde está la feria. Nada más entrar he echado en falta, por cierto, la estatua de don Pío. Queda una peana de cemento circular y ahora no sé dónde la han colocado. Pero durante un año, nada más llegar a Madrid, trabajé dentro del Retiro. Vivía en Lavapiés, en la calle de los Tres Peces, y todas las mañanas lo saludaba.
Hacía unos cuantos años que no iba por la Feria. Está la ventaja de encontrar fondos infrecuentes en las casetas de las editoriales, pero de siempre me ha parecido siniestro el espectáculo del firmador de libros (“en la caseta 287, doña Margarita Chamorro firma ejemplares de su obra Recuerdos de mi niñez en Guarromán”), sobre todo el que se pasa la tarde entera sentado mirando a la concurrencia, como un busto parlante que se hubiera callado, con cara de escritor, con atuendo de escritor, cuando la conversación con el librero ya se ha terminado y la tarde anubarrada se posa sobre el rimero de libros sin tocar. Voy a ver lo que se siente.

2 comentarios:

  1. Pues allí estaré el miércoles, si puedo. Pasaré a saludarle y a que me firme la Fabricación Británica, y le daré conversación hasta que llegue ese familiar de tercer grado que tantos recuerdos atesora. Lo bueno es que entre semana (de lunes a jueves) no hay muchedumbres que se paren a mirar al monstruo de Feria con cara de "¿Quién será éste", "Me suena de Aquí Hay Tomate", "No, yo creo que es ese de las mañanas de la COPE".
    Por cierto, la estatua de Baroja está ahora en lo alto de la cuesta de Moyano (ahora peatonal): aquí la puede ver: http://conde-duque.blogspot.com/2007/04/moyano-revisited.html
    Un saludo.

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  2. Tomeselo con filosofía, lo de la firma. Seguro que algo aprovecha, la jornada, aunque solo sea recibiendo parientes. Mucho mejor que verlos en los tanatorios, con perdón. Quizá le sirva para hacernos una crónica del asunto.

    Ya nos contará.

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