14.1.09

Gabardina

Ya está todo resuelto. Ya se ha castigado al culpable. Quien durante dos años no se enteró de que un sujeto estaba sacando debajo de la gabardina tres mil documentos del Archivo Histórico de Teruel ya ha sido juzgado como responsable de una falta muy grave, y el castigo ha sido contundente y ejemplar: lo han trasladado a Zaragoza. Y porque Obama ha dicho que va a cerrar Guantánamo, que si no de todo hubiera habido.
Leo que en sustitución del réprobo (que va a recurrir) pusieron a José Luis Castán, cuya solvencia en el pastoreo de documentos está fuera de duda. Desde luego, y no sé si será por sus consignas, ahora las medidas de seguridad han aumentado: el otro día fui a buscar unos datos y a mi paso aullaban las sirenas, me metí por un pasillo que se llenó inmediatamente de fornidos guardas de seguridad y funcionarios con cara de susto. Las medidas son tan escrupulosas que no se me dejó pasar del descansillo.
El trabajo de archivero es de los más hermosos que conozco. Poco antes de preguntar en esta fortaleza me había pasado una larga y fructífera mañana en el Archivo Diocesano, al abrigo de la exquisita cortesía de don Samuel Valero, que en cinco minutos me puso delante de los ojos los papeles que yo buscaba y aún pudimos comentar el hecho sorprendente de que los documentos del siglo XV se conserven mejor que los del siglo XX, sobre todo los escritos con bolígrafo, muchos de los cuales ya no son más que una manchurrón azulenco en el que se han disuelto las palabras. Y lo mismo me ocurrió en el Archivo de la Diputación, donde personal de impecable competencia me dio todas las facilidades sin quitarme un ojo de la gabardina, como era su obligación.
No voy a dar aquí la murga con el valor de la archivística y así. Yo disfruto de la soledad del estudio, del aroma de los ácaros y de la tinta más duradera que el silicio, pero en los tiempos que corren no sé qué es más escandaloso, si el caso de la gabardina o el hecho de que nuestros archivos fundamentales no estén ya completamente digitalizados. Entre la guerra, la desidia y los de la gabardina, vamos a entrar en un olvido sin fisuras, en un país de lotófagos en el que habrá más evidencias de los diplodocus que de nuestros abuelos. Menos mal que los fondos antiguos de la hemeroteca están siendo digitalizados. Dicen que en abril ya podrán consultarse desde casa. A ver si es verdad.
Diario de Teruel, 15 de enero de 2009

5 comentarios:

  1. Anónimo8:13 p. m.

    muy buena la bernardina del gabardina - pues mira, no sé si tendrá toda la razón, pero el expedientado mostraba al menos una gestión amable que convertía el archivo en un lugar amable y no en frío depósito de acontecimientos pasados - espero que su recurso sirva de algo, que esta sanción tiene un cierto tufillo a "vamos a parar esto que no nos salpique hacia arriba" - saludos

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  2. Anónimo9:52 p. m.

    Los hechos son los que son. 3.000 documentos son muchos documentos. Yo no considero tan contundente el castigo,al contrario.No sé el número de trabajadores de plantilla que habría entonces en el Archivo(3,4,5,?) pero entre todos creo que no hubiera sido muy difícil controlar que se devuelven los mismos documentos que previamente se habían entregado para su consulta.

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  3. Anónimo11:15 p. m.

    cierto, a lo mejor fue un poco ingenuo

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  4. Anónimo9:07 p. m.

    No de balde estamos en Teruel.
    ¿En qué ciudad, todavía, se deja ropa a clientes que no se conocen para que "se la pruebe tranquilamente en casa" o "bueno, llevéselo y ya vendrá mañana a pagarlo si le viene bien".
    Juan Carlos

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  5. Anónimo11:08 p. m.

    Las jornadas de puertas abiertas del año pasado fueron un intento de acercar el archivo a la sociedad, pero se vieron rasgos de ingenuidad, efectivamente, de los de las tiendas de ropa que nombras...

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