Pero la cosa, ahora, es celebrar aquí en Madrid FB, antes de que las corrientes subterráneas del olvido envíen algún ejemplar al último rincón de la gloria, la calle Carlos Arniches, donde el domingo vi con estupor y temblores en las rodillas una edición completa de Galdós en Aguilar y la Antología de poetas líricos castellanos de don Marcelino en edición cruelmente asequible.
A los que podáis ir os seguiré agradeciendo lo bien que os estáis portando conmigo, y a los que no también. No se puede hacer más por una novelilla recién parida, pero, claro, todo tiene sus pegas: ahora es ella la que debería defenderse sola, y sin excusas ni victimismos. En el último sarao, el de Teruel, la irrealidad de las circunstancias me llevó a una bochornosa pérdida de modestia de la que no me arrepiento: dije allí que FB era una novelucha, “pero una buena novelucha”. La gente sonreía.
Cuelgo también la entrevista que sacó Diario de Teruel, y en la que dije unas cuantas tonterías que me enseñaron algo fundamental: cualquier cosa que digas podrá ser usada en tu contra. Afortunadamente, no ha sido así, y lo que a mí me parecen ahora patochadas de madrileño ha resultado ser una muestra de “orgullo y modestia a partes iguales”, en palabras de Antonio Losantos, a quien también incluyo en la tabula gratulatoria.
Pues a mí me gusta "El escándalo del picaporte", poco modernista pero muy Agatha Christie.
ResponderEliminar¡Disciplina! ¡Eso es lo que les aplicaría yo a los escritores de noveluchas!
ResponderEliminar(entiéndase el tono irónico del comentario, porque ahora hay que explicarlo todo, leñe)